Al tic tac la agrietada testa languidece
Con temor cierra los ojos que aunque cansados no duermen
Al tic tac le sudan las manos que con afiladas venas
Rasgan el sereno tronco que las arrulla
¿Y si duermo?
Quién cuidará del corazón obrero
que su cabeceo convulso no zanje la caída
Resignada la testa
Ya en las ruinas de su templo
Pincha la palma de su mano
Mientras el tic tac infame desvanece
¿El tiempo es el doctor?
ResponderEliminardepende... no?
ResponderEliminar...de quien sea la enfermera?
ResponderEliminarMommo.-
Los conejos no aman.... yo amé y quería ser un cnejo porque algún imbécil me dijo que yo lo era, desde aquél día, odio a los conejos. Creedlo o no!
ResponderEliminargina, te escribo desde el futuro, osease` año 2014, llovio nostalgia y me meti a mi blog, y te recordè tanto, han pasado ya 4 años y al igual que yo, dejaste de escribir; el maldito tiempo siempre mezquino y el asedio ....esperando que estes muy bien; te escribo desde una morelia que aunque la viste el otoño, en mi cuarto sigue lloviendo.
ResponderEliminaratte. momo. kujo